En el año 2016 fue publicado en el diario oficial el decreto que oficializa la norma NCh3362:2014 “Requisitos mínimos de diseño, instalación y operación para ascensores electromecánicos frente a sismos”. Para marzo del mismo año, la norma fue incorporada en la OGUC, sumándose a las normas técnicas obligatorias que rige el rubro del transporte vertical en Chile.  Por este motivo, el diseño de los ascensores que Transve vende, mejoraron sus estándares de seguridad. La empresa tomó como base la norma europea EN81-77:2014 “Reglas de seguridad para la construcción e instalación de ascensores sujetos a sismos”, complementando en ella las exigencias propias de nuestra normativa local. 

Aceleración del diseño, ¿Qué factores influyen?

Se toma en cuenta la ubicación geográfica, la altura de la construcción, el tipo de terreno, entre otras cosas. Este parámetro sirve para estimar un valor de fuerza extra generada por dicha aceleración. Para los propósitos de la norma europea EN81-77 los ascensores han sido divididos en categorías, teniendo en cuenta la aceleración de diseño (ad).

Tabla 1: Categorías sísmicas del ascensor

Para las categorías 0, 1 y 2 (ad < 4) la norma europea establece requisitos mecánicos para el diseño de los ascensores. Para la categoría 3 (ad > 4) adicionalmente se establecen requisitos de control y maniobra que la normativa chilena NCh3357 no demanda. Para la norma sísmica nacional, las demandas sísmicas de diseño no deben ser inferiores a las solicitaciones establecidas en NCh3357.

A la fecha, Transve considera para todos sus ascensores la aceleración de diseño para dar cumplimiento a la categoría 3 de la normativa europea EN81-77, la más exigente en cuanto a requerimientos mecánicos, independiente del tipo de suelo y de la zona sísmica donde esté emplazado el edificio.

Efectos en el diseño

Los rieles, sus elementos de unión y sujeciones deberán soportar las cargas y fuerzas generadas por la aceleración de diseño (ad). En la práctica esto es un incremento en la robustez de los elementos que componen el sistema de rieles, así como una disminución de la distancia entre los anclajes que los sustentan, generando la necesidad de incorporar mayor número de vigas divisorias en los casos en que 2 o más ascensores comparten una misma escotilla.

En cuanto a los movimientos generados durante el sismo, se hace necesaria la prevención de los puntos de enganche de los cables que circulan en la escotilla. Así también se consideran protecciones de salto para cables tractores a no más de 15° con respecto a las entradas y al menos un retén intermedio cada 90°.

En el diseño también se consideran dispositivos de retención en la parte superior e inferior para cabina y contrapeso, capaces de mantener los chasis en sus guías para evitar descarrilamientos, una de las principales causas de accidente post sismo que se presentaba antes de la implementación de esta nueva norma. En el pozo se hace obligatoria la instalación de guías para la(s) cadena(s) de compensación.

Implementación del interruptor sísmico

La norma NCh3362 requiere la instalación de un sensor sísmico calibrado para detenerlos de manera controlada en la parada más próxima en caso de sismos severos, donde quedará fuera de servicio automáticamente una vez abra las puertas. Transve ha colaborado con el académico Ruben Boroschek y su empresa para desarrollar un interruptor especializado que activa o desactiva los sistemas durante terremotos. Este sistema inteligente puede detectar ondas sísmicas, ajustar sus parámetros de detección y evitar activaciones innecesarias. Además, se puede conectar a un servidor remoto a través de Internet para monitorear el estado del equipo y las vibraciones. Se destaca el compromiso de Transve con el cumplimiento de las normas locales para garantizar la seguridad y confianza en el uso de sus ascensores por parte de la comunidad.